Descripción
Colinabo cultivado en ecológico, sin certificado.
Esta hortaliza no es muy conocida en nuestra cocina, pero pronto se irá haciendo un hueco. Se puede comer incluso cruda, si la rallamos bien en una ensalda, o se puede añadir a un cocido o a un puré para darle sabor, aunque a mí como más me gusta es frita como una patata. Da un sabor que recuerda a la cocina oriental.
Tiene pocos hidratos de carbono y buenas proteínas, por lo que se recomienda para los diabéticos y los veganos. Y su elevada concentración de vitaminas y minerales, entre los que destaca el zinc, nos ayuda a regular un montón de procesos enzimáticos y metabólicos, como la reducción del colesterol en sangre y el correcto funcionamiento cerebral.
